El desorden informativo
No faltó nadie en la convocatoria de la UC y la Asociación Nacional de la Prensa en el seminario “Desinformación, libertad de expresión y democracia. Ahí estaban el rector, Ignacio Sánchez, el presidente de la ANP, Juan Jaime Díaz, y las mujeres fuerza de dicha casa de estudios, Paulina Gómez, Luz Márquez de la Plata, Eliana Rozas, Ingrid Bachma. Y suma y sigue. Auditorio completo.
Invitados europeos y de Finlandia que explicaron que el cambio que han sufrido los medios y su entorno es irreversible. Que el “fast checking” es fundamental, que las noticias falsas llegan a los lugares más inmpensados y que el 70 por ciento de ellas son posibles de retuitear.
La gran pregunta es cómo protegernos de la desinformación, toda vez que la población envejece y los jóvenes son los que más comparten todo lo que ven y escuchan, sin chequear fuentes ni preguntar una segunda opinión. Señalaron los directores de medios entrevistados a distancia que están en reflexión para buscar un camino que fortalezca la democracia y la libertad de expresión, de modo que la información no termine siendo controlada por el Estado.
A nuestro juicio, este combate no es solo de los medios hacia lo que ocurre en la calle. Es de cada profesional del periodismo. Primero, que tenga la libertad en su propio medio de desafiar ciertas noticias que no les parecen claras, completas. Que se les permita hacer el reporteo completo, no solo con un punto de vista, con varios. Las fake news no solo dan información imprecisa, sino que se aprovechan de la irresponsabilidad y apatía de quienes tienen la responsabilidad de dar la información completa. De capitán a paje. Y es cierto, una ciudadanía bien informada es clave para la democracia.