La prensa y la Convención
Por Francisca Skoknic, Editora de LaBot Constituyente y Premio Lenka Fanulic 2022
La premisa de que el trabajo de la prensa sirve para que los ciudadanos puedan tomar mejores decisiones es una idea abstracta, pero muy importante para quienes creemos en el periodismo como servicio público. Una idea que la Convención Constitucional ha tornado particularmente concreta, pues se desarrolla en un periodo acotado y genera un producto específico sobre el cual la ciudadanía deberá pronunciarse con alternativas binarias: aprobar o rechazar. Y para eso necesita información.
Hace un año en LaBot nos propusimos hacer justamente eso. Ante un proceso que se avizoraba complejo y difícil de seguir en detalle, con mucho espacio para la desinformación, decidimos escribir un boletín semanal centrado exclusivamente en el contenido del debate constitucional. Cada semana, nuestros suscriptores recibirían en sus correos una explicación detallada de lo que se estaba discutiendo, los alcances de las distintas posiciones y las controversias en su justa medida. No imaginamos que enfrentaríamos un proceso tan polarizado y lleno de enfrentamientos, pero hemos hecho lo posible de mantenerlos al margen y atenernos al objetivo inicial: explicar los contenidos.
Para los medios masivos, donde la noticia manda, es inevitable dar cuenta de las polémicas, las peleas y discusiones políticas. Sin embargo, ahora que nos acercamos a la fase final, lo prioritario debiera ser volver a lo básico y entregar información relevante para que las personas puedan tomar decisiones.
El proceso constituyente llegó en el momento en que la credibilidad de los medios tocaba fondo, luego de su desempeño durante el estallido social. Según el reporte anual del Reuters Institute de la Universidad de Oxford, en 2020 la confianza en las noticias en Chile fue superada por la confianza en las redes sociales, donde la desinformación campea. El dato mejoró un poco durante la pandemia, pero se mantiene en niveles preocupantes.
Los medios necesitan recuperar la confianza de sus audiencias y no se me ocurre un momento más relevante para intentarlo que cuando nos acercamos al momento de decidir sobre una nueva Constitución y podemos ser útiles para los ciudadanos. La tarea no es fácil, pero al menos debiera haber un esfuerzo consciente por explicar un texto que es sumamente complejo, dando espacio a distintas miradas sin que ello implique apostar por la polarización, aunque no sea lo que genere más rating. Atraer a las audiencias con buen periodismo es más difícil, pero el esfuerzo es necesario, porque nuestro negocio es la información, no la entretención ni el espectáculo.
