Editores de Chile

Al finalizar este año no solo miro hacia atrás y reviso lo que fue 2021, sino también lo que ha significado este periodo desde que comenzó la pandemia a inicios de 2020. En abril de ese año asumí como presidenta de la Asociación de Editores de Chile, el gremio más grande de editoriales independientes y universitarias de nuestro país. Sin embargo, el desafío que enfrentaba junto al directorio era enorme: librerías cerradas por la crisis sanitaria, dificultades para poder acceder a las bodegas donde estaban guardados muchos de los libros de nuestros socios y socias y la escasa existencia de comercio electrónico a través de las respectivas páginas web de las editoriales. Además, se sumaban problemas relacionados con la entrega de los Fondos de Cultura y también con la dificultad de poder llegar a las imprentas para dar los vistos buenos en máquina. Solo nos quedaba actuar rápido y de manera decisiva. 

Fue así como las capacitaciones previstas originalmente para hacerse en Arica, Valparaíso y Santiago se transformaron a formato online lo que permitió que cientos de personas interesadas en el trabajo del ecosistema del libro se pudieran conectar desde todo el territorio, incluso desde el extranjero. Los temas principales fueron el marketing digital, las redes sociales y el libro electrónico. 

Algo que permitió que muchas editoriales pudieran usar ese tiempo de encierro para digitalizar sus catálogos, potenciar sus redes sociales y aprender sobre el uso de diferentes herramientas de marketing para mantener activas las ventas. En paralelo, se hacían las gestiones para que el libro fuera declarado como bien esencial ante las autoridades gubernamentales. Algo que desgraciadamente no ocurrió en 2020 pero que sí se logró a partir del presente año. 

Este 2021 fue especialmente importante para nuestro gremio. En el marco de los veinte años de existencia de Editores de Chile, pudimos también renovar el logo y la página web de la asociación. Además, no hemos parado de crecer en el número de editoriales que han querido ser parte de este proyecto: hoy somos cerca de 120. 

Cuando asumí el cargo en abril del año pasado a través de la primera sesión por zoom que se hacía al interior del gremio, lo primero que anuncié fue justamente que, en mi rol de periodista, me dedicaría a potenciar las comunicaciones de la asociación. Pienso que ese ha sido uno de mis principales aportes en estos casi dos años de trabajo a la cabeza de Editores de Chile. Y no estaba equivocada: la presencia en medios de comunicación y en las redes sociales han permitido el crecimiento sostenido de la agrupación, pero también una mayor presencia ante la opinión pública. En ese sentido, las herramientas de difusión propias de la labor periodística han sido, sin duda, uno de mis principales activos profesionales para poder ser aplicados en diferentes áreas.

Si bien, aún me quedan algunos meses a cargo de la presidencia de Editores de Chile y algunas tareas por cumplir, ya preparo mi retirada contenta y satisfecha por todo lo logrado y agradeciendo, una vez más, mi formación profesional. 

Francisca Jiménez Bluhm

Presidenta Editores de Chile

Directora Ediciones Mis Raíces

Periodista Pontificia Universidad Católica de Chile

Magister en Patrimonio Cultural UC

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