Soluciones para malas noticias

Por Bernardita del Solar V.
Presidenta de la Asociación de Mujeres Periodistas de Chile

Muchos periodistas, entre los que me cuento, aprendimos la famosa frase de que “Good news are no news”. Pero hoy tras varias décadas de profesión, me declaro en contra de esa afirmación y me niego a aceptarla como una definición de mi actividad. Y no soy la única que piensa así. Somos muchos los que nos cansamos del estilo agresivo y conflictivo que han adoptado muchos colegas que se parece más al de un activista que al de un periodista serio y riguroso. Pero lo más preocupante es que también el público está insatisfecho y tiende a abandonar a los medios tradicionales como fuente de información, porque no dan cuenta de salidas realistas a los problemas.

Por lo mismo, en este momento en que el mundo se enfrenta a una pandemia global existe una gran oportunidad para desarrollar el Periodismo de Soluciones y por esta vía lograr reconectar con los intereses y las necesidades de las audiencias que no quieren seguir leyendo, viendo o escuchando solo bad news. Aprovechando además, que producto de la misma pandemia, ha habido a nivel global un retorno a los medios tradicionales que han visto aumentar su demanda.

Esta opción de periodismo no pretende ser la única corriente para practicar la profesión, ni trata de ignorar el rol fiscalizador del ejercicio del poder, ni tapar los conflictos o dificultades, sino que lo que exige el Periodismo de Soluciones es cambiar el foco buscando aportar o dar a conocer cuál puede ser la mejor solución o lo que ha dado resultado, basado en evidencia, frente a un problema determinado en los más diversos campos. De ese modo lo planteó Liza Gross, vicepresidenta del Solutions Journalism Network, en la ilustrativa conferencia que dio sobre este tema para la red de WINN que les recomiendo ver.